Domingo 17 Agosto 2008
Padezco la resaca de la puta madre y para auto-castigo ando en la reclinada casi 50 kilómetros. ¿Por qué bebí tanta chela anoche? Estaba online charlando con ajedrecistas, jugando chess, perdiendo muchas partidas de ritmo 3 minutos pero la mala racha no me importaba - la próxima ganaré - me decía y seguí perdiendo. Me metí a cama a la una de la madrugada. A las seís me desperté convencido de que unas millas andar me ayudarían salir del mal. El dolor de cabeza era como si una mula me estuviera pataleando.
Much ajetreo en el trabajo, ya que me dieron oficina y más responsibilidades. Me mandan trabajar más y más horas, sesenta la semana pasada, seís días semanales ya y a veces los domingos incluso. Así pensaba en el momento de montar, un poco enojado con los jefes, los metiches que me estorban. Toda la vida me he metido por completo en cada cual puesto pero el actual ... ¿vale la pena trabajar duro para alcanzar... resaca? Me pagan sueldo suficiente pero...Me tengo que estudiar Yoga, meditación estilo japonesa, poesía híndue, leer más literatura de sabiduría o me muero. No me gusta que me presionen tanto.
En cuanto me pasó kilómetro 1 empecé a sentirme libre. Se me acordaba de los años de mi joventud cuando fui a visitar a mi mamá y su nuevo esposo en el estado Wyoming. Tenía 18 años. Vivía con ellos 3 meses sin rumbo fijo en la vida. Estaba a punto de decidir a integrarme al ejército estadoünidense porque no había beca por algo menos penoso cuando una noche lo ví dando bofetadas a mi mamá y por eso le dí una yo. Para cortar el cuento me despidieron los dos. Estuve aislado, desubicado, sin coche, en el oeste del país por vez primera, sin recursos, solo tenía bicicleta, una Schwinn de segunda mano, una tienda de campaña y un saco de dormir. Me fui. Esto sucedió en 1979.
Salí aflote. Fin.
Aquí unas fotos de la gira de la resaca. El descarado yo, pavos en la ruta, de vuelta al centro.