Ojalá que pudiera dimitirme de todo para viajar sin rumbo fijo en bici con tienda de campaña, saco de dormir y tarjeta de crédito por unos meses, quizás por un año a ver cuantos kilómetros podría recorrer. Recuerdo en tiempos pasados estaba en Colorado cuando ví a un ciclista viajero pedaleando cuesta arriba con todo su equipaje, bultos pesados que le dieron aspecto de buey o camello en dos ruedas. El día siguiente leía el noticiero Rocky Mountain News y me tropecé con el artículo sobre él. Un reportero lo encontró y le entrevistó. Era de Argentina y estaba tomando un año para recorrer, como hizo el Ché, no antes de armar revolución sino antes de meterse en la universidad. Hace décadas que ví al argentino que nunca conocí pero lo recuerdo como un sueño mio de la joventud que nunca se cumplió.
