Había caca llena de baya, una cantidad de tamaño que advertió a la perrita. La esposa estaba andando en un area como éste cuando se percató del animal a poca distancia. El oso les miraba a diez metros más adelante en el sendero. Rápidamente dieron vuelta y huyeron los dos, más bien decir Michele (mi esposa) tiró a la rienda y la perra la siguió enfadada porque ella quería pelear con el oso, tal cual hubiera resultado en la muerte de nuestra pastor turca. Por tanto cuando ya nos encontramos en bosques siempre estamos listos mirando alrededor.
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